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Monday, April 25, 2011
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo y acaba con la vida de millones de personas cada año. Los mecanismos que desarrolla esta enfermedad para avanzar sobre el organismo siguen siendo, en algún punto, bastante desconocidos. Esto hace que siga siendo no sólo la enfermedad más temida sino un enemigo que la ciencia no logra terminar de acorralar.
Con la prolongación de la expectativa de vida, se sabe que más personas sufrirán cáncer. En España estiman que uno de cada cuatro personas morirán a causa de esta enfermedad. El tumor que mata a más gente en ese país es el de traquea, bronquios y pulmón, todos relacionados con los hábitos del fumador, y un cáncer que mata seis veces a más hombres que a mujeres (aunque las muertes femeninas siguen creciendo: la mortalidad se duplicó.
"El cáncer no es un tema agradable de conversación. Basta mencionar la palabra para que nuestro interlocutor tuerza el gesto y trate de hablar de otra cosa -escribe el periodista Antonio Martínez Ron, en lainformacion.com--. Casi todos hemos tenido cerca algún caso y quizá es por ello que hablamos poco de la enfermedad y desconocemos en buena parte cómo funciona. Sabemos, en término generales, que se trata de una mutación de nuestras propias células y de un crecimiento anormal y descontrolado, pero ¿conocemos cómo se desarrolla y por qué sigue siendo tan escurridizo y letal?".
Es interesante el artículo porque recorre el origen y desarrollo del tumor y cómo se comporta la enfermedad en el cuerpo. Y explica por qué, si bien en los últimos años han mejorado mucho los tratamientos y se han acelerado los diagnósticos (la detección precoz aumenta notablemente la sobrevida y las posibilidades de curación), el cáncer sigue siendo un tema que desvela a los científicos y a los laboratorios, que no logran encontrar el modo de arrinconarlo y vencerlo. "Su naturaleza mutable y sus 'trucos' para pasar desapercibido siguen haciendo difícil encontrar una manera eficaz de combatirlo", dice Martínez Ron.
El sitio Oncosaludable.es despliega gran cantidad de información para pacientes y familiares de personas con cáncer. Es práctico, accesible y muy serio.
En Argentina también hay una gran movida para ayudar a tomar conciencia y trabajar en la prevención, y florecen las miradas más positivas. Un ejemplo es la tarea que las voluntarias del programa "Luzca bien, siéntase mejor", que acompaña a las mujeres con cáncer y las ayuda a transitar el tratamiento desde una perspectiva femenina: apuntala la autoestima y la fuerza para seguir adelante enseñando, por ejemplo, a usar pañuelos y pelucas para verse mejor.
También se han reforzado las campañas para prevenir el cáncer del cuello de útero, una enfermedad silenciosa que sigue matando a muchas mujeres por falta de información. Lo mismo, para el cáncer de mama, que detectado precozmente tiene una sobrevida superior al 90%.
Prevención
El debate se impone. ¿El cáncer es prevenible y curable? La respuesta no es positiva en un cien por ciento, pero diversas investigaciones han confirmado que hay mucho para hacer por minimizar los riesgos y, también, para tratarla una vez diagnosticada.
Los buenos hábitos son claves a la hora de prevenir el hábito.
Las 10 claves de la dieta para bajar los riesgos de cáncer
Hay que evitar también el estrés y el tabaco. La sobrecocción o la fritura de las carnes, los nitritos que se agregan a los fiambres, los ahumados, las grasas y el alcohol tienen efectos negativos. En cambio, hace bien consumir frutas, verduras y fibras.
En los últimos años, la medicina empezó a poner el foco en la relación entre la obesidad y el cáncer. Y, también, a estudiar cómo los alimentos pueden tener una incidencia en el desarrollo de la enfermedad. Del mismo modo, los científicos han descubierto que otros tantos tienen una función “protectora” contra el cáncer, como las frutas y las verduras.
Según un informe que se presentó en Santiago de Chile, en el último Congreso Latinoamericano de Nutrición, el 35% de las muertes por cáncer en general se pueden atribuir a la dieta, así como el 90% de los efectos preventivos en el cáncer colorrectal.
Si bien los especialistas evitan hablar de una “dieta anticáncer”, reconocen que podemos hacer mucho para prevenir la enfermedad con lo que nos llevamos a la boca, sin descuidar, claro, los otros factores de riesgo. Aquí, las diez claves para tener la alimentación como una aliada para reducir la probabilidad de tumores.
1) Comer pocas grasas. En el último congreso de la Sociedad Europea de Oncología se presentó una investigación que mostró que, en sólo un año, más de 124.000 personas desarrollaron la enfermedad en ese continente por tener kilos de más. Y una de las causas del sobrepeso es el consumo excesivo de grasas. “La obesidad genera desórdenes metabólicos relacionados con hormonas que participan en el desarrollo de varios tipos de cáncer, como el de estómago, esófago y mama”, dice José Lastiri, oncólogo del Hospital Italiano y secretario de la Asociación Argentina de Oncología Clínica. Por eso, una alimentación saludable es clave.2) Reducir el consumo de azúcar. Los azúcares refinados no están directamente relacionados con el riesgo de cáncer, pero sí con la obesidad. “Además, funcionan como el ‘combustible’ en el proceso de crecimiento de las células tumorales”, sintetiza el ginecólogo y patólogo Horacio Limongelli, coordinador del Programa Educacional sobre el Cáncer, formado por un grupo de médicos que dan charlas sobre prevención a la comunidad. La recomendación es preferir los azúcares naturales (como los de las frutas), limitar las bebidas gaseosas y comer postres o dulces sólo un par de veces por semana, y en porciones pequeñas.
3) No excederse con las carnes rojas. De nuevo, no tiene un riesgo en sí misma, pero si se consume mucha, con grasa y demasiado cocida, no es saludable. Cuando se comen carnes rojas, hay que elegir cortes magros y eliminar la grasa visible. “La dieta de los argentinos tiene mucha carne roja. Hay que incorporar más pescado, que es rico en ácidos grasos omega 3 y 9”, sugiere Limongelli. Marcela Leal, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad Maimónides, indica que lo recomendado es consumir tres veces por semana pescado, dos veces por semana y sólo una carne vacuna, en lo posible al horno o hervido.
4) El método de cocción. Cuando los alimentos se cocinan a temperaturas altas sobre una llama abierta, como el asado al carbón o a la parrilla, se modifican las moléculas de la carne y se generan así hidrocarburos aromáticos que son cancerogénicos. Lastiri aclara que esto no significa que esté prohibido comerse un asadito: hay que optar por la moderación y evitar sobrecocer las carnes y que se forme esa “costra” crocante que es nociva.
5) Fiambres y ahumados. A estos alimentos procesados, para su elaboración y conservación se les suelen agregar nitritos y nitratos (que son nocivos) y tienen también un “efecto engordativo”. Los ahumados son riesgosos por su método de cocción. “Su consumo debe ser ocasional, en reuniones o situaciones esporádicas”, indica Leal.
6) Alcohol. Según la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO), el alcohol eleva el riesgo de cáncer bucal, de laringue, de esófago, pecho, mama, colón e hígado. Si bien no se sabe exactamente por qué, los científicos creen que se debe a la exposición a químicos que se producen cuando el alcohol se metaboliza en el cuerpo. La ASCO recomienda limitar el consumo a una bebida alcohólica por día para las mujeres, y a dos para los hombres. Las medidas que da como indicación son 355 cm3 de cerveza, 150 cm3 de vino o 45cm3 de licor.
7) Frutas y verduras. “Es la principal estrategia dietética para reducir el riesgo de cáncer”, afirma Leal. María Victoria Cáceres, jefa de Nutrición de la Clínica Olivos, explica que “en el cuerpo tenemos millones de moléculas de oxígeno. A las que se vuelven inestables y peligrosas se las denomina radicales libres, y llegan a atacar sus cromosomas. Cuando esto ocurre, las células pueden empezar a multiplicarse en forma descontrolada y es así como se inicia el cáncer. Las plantas tienen capacidad de producir compuestos moleculares que actúan como escudos para protegerlas de estas moléculas salvajes del oxígeno: son los antioxidantes”. Algunos de los más conocidos son el beta-caroteno (está en la zanahoria) y el licopeno (en el tomate). Además, las plantas contienen fitoquímicos, otras sustancias que son protectoras. Las crucíferas (el brócoli y el coliflor) y las de la familia allium (ajo y cebolla) tienen compuestos que generan distintos beneficios en el organismo con un mismo resultado, reducir el riesgo de cáncer. Todos los especialistas coinciden: hay que incorporarlos a la dieta, cinco porciones por día de frutas y verduras, de distintos colores.
8) Fibras. “Su alto consumo disminuye el riesgo de cáncer colorrectal, porque reduce la cantidad de tiempo que los desechos –que a menudo tienen sustancias cancerígenas– viajan a través del colon”, señala Cáceres. También se observó que los alimentos ricos en fibra reducen los niveles de estrógeno y de testosterona, con efectos protectores de los cánceres de mama y colon. Se pueden incluir en la dieta en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres.
9) Lácteos. “No hay que suspenderlos”, dice Lastiri. “Sus nutrientes, como el calcio y la vitamina D, son efectivos contra el cáncer colorrectal”, agrega Leal. Lo que sí se recomienda es que sean descremados, para evitar adicionar grasas a la dieta.
10) Suplementos vitamínicos. Lastiri afirma que su aporte no es significativo. El especialista insiste en un consejo que puede ser la síntesis de todas las recomendaciones: “No es necesario convertirse en un vegetariano estricto sino, como en todo, evitar los excesos. Hay que cambiar los hábitos y seguir una dieta balanceada”.
Un menú saludable
La nutricionista Marcela Leal sugiere este menú como referencia:
* Desayuno: 1 taza de café con leche o infusión con edulcorante, 2 tostadas de pan integral con dulce dietético.
* A media mañana: 1 yogur descremado con cereales sin azúcar o con colchón de frutas, 1 fruta mediana fresca.
* Almuerzo: 1 pechuga de pollo al horno, 2 rodajas de calabaza con queso y 1 manzana fresca.
* Cena: 1 porción de tarta de verduras, 1 plato chico de arroz con atún y 1 naranja.
Tips para mejorar la dieta
Las guías alimentarias del departamento de Salud de EE.UU. recomiendan:
* Incluya vegetales y frutas en cada comida. Téngalos en la heladera listos para comer como snacks (por ejemplo, zanahorias cortadas).
Cocine los vegetales al vapor o al microondas, para mantener sus nutrientes.
* Adicione verduras a otras comidas como pasta, arroz, sopas, sandwiches y pizza.
* Prefiera la fruta entera a su jugo: aporta más fibras y menos calorías.
* Coma arroz, pan y fideos integrales. No siempre cuanto más oscuro es el pan refleja un mayor contenido de nutrientes o fibra: lea las etiquetas.
* Limite el consumo de cereales azucarados, pastelería, gaseosas y jugos endulzados.
* Incorpore a su dieta pescado, legumbres, frutos secos, huevos y lácteos descremados. No fría las carnes.
Actividad física recomendada
Las nuevas recomendaciones aconsejan que al menos 150 minutos de actividad física aeróbica a una intensidad moderada durante la semana para las personas mayores de 18 años puede reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, entre ellas el cáncer de mama y colon, la diabetes y enfermedades del corazón. Para los chicos de 5 a 17 años, por lo menos 60 minutos de actividad física de una intensidad moderada a alta puede proteger su salud y, a su vez, reducir el riesgo de estas enfermedades.
Aumento de la inactividad
La inactividad física está aumentando en muchos países del mundo y tiene implicaciones importantes para estos tipos de cáncer, junto con otras enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. La inactividad física está asociada con:
* 3,2 millones de muertes al año, incluyendo 2,6 millones en los países de ingresos bajos y medios;
* Más de 670.000 muertes prematuras (personas menores de 60 años);
* Alrededor del 30% de la diabetes y la carga de la enfermedad isquémica del corazón.
Otros factores que contribuyen al cáncer
La comunidad internacional también debe colocar el foco en la investigación de factores adicionales que contribuyen al cáncer. La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), organismo especializado en cáncer de la OMS, está liderando los esfuerzos en el estudio de factores de riesgo de cáncer.
El profesor Chris Wild, director de la IARC, señaló que "la inactividad física es un factor de riesgo para enfermedades no transmisibles, que es modificable y por tanto de gran importancia para la salud pública. Modificar el nivel de actividad física aumenta los desafíos para el individuo pero también para la sociedad."
Día Mundial contra el Cáncer
El Día Mundial contra el Cáncer se inició en 2005 por la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC). Este año coincide con el período previo al 19 y 20 de septiembre de 2011, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas realizará una Reunión de Alto Nivel para la Prevención y el Control de los cánceres y los otros tres tipos más mortales de enfermedades no transmisibles (cardiovasculares, respiratorias crónicas y diabetes). Estas cuatro enfermedades causan más del 60% de las muertes globales, lo que equivale a más de 35 millones de dólares anuales.
Eduardo Cazap, presidente de la UICC, sostuvo que "la cumbre de la ONU es una oportunidad histórica para establecer el compromiso gubernamental en la ejecución de programas que impidan que millones de personas sufran y mueran de cáncer y otras enfermedades crónicas. Las enfermedades no transmisibles están aumentando drásticamente, sobre todo en los países en desarrollo, donde casi el 80% de las muertes ocurren. Lamentablemente, el cambio de modos de vida, tales como la actividad física reducida, están haciendo a las personas menos saludables y, a su vez, propensas a enfermedades como el cáncer."
Las recomendaciones de actividad física se produjeron, en parte, para proporcionar a los Estados Miembros de la OMS las evidencias necesarias para hacer políticas para los programas de actividad física y promover la buena salud. La mayoría de los países, especialmente de bajos y medianos ingresos, no cuentan con directrices nacionales de actividad física.
En todo el mundo, los cánceres de pulmón, mama, estómago, hígado y colorrectal causan la mayoría de las muertes por cáncer cada año. La mayoría de las muertes por cáncer en 2008 se produjeron en las regiones menos desarrolladas y si no se llevan adelante acciones, se espera que aumenten en las próximas décadas.
Factores de riesgo
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo después de las enfermedades cardiovasculares. El conocimiento sobre las causas del cáncer y las intervenciones para prevenir y controlar la enfermedad son extensas. El cáncer puede ser reducido y controlado a través de la aplicación de estrategias basadas en la evidencia para la prevención del cáncer, la detección temprana y el manejo de pacientes con cáncer.
Los factores de riesgo incluyen:
* El consumo de tabaco.
* Infecciones crónicas por virus como la hepatitis B (cáncer de hígado) y del papiloma humano (cáncer del cuello uterino).
* El sobrepeso u obesidad.
* La radiación.
* Algunos factores dietéticos.
* Falta de actividad física.
* El uso nocivo del alcohol.
* Algunas exposiciones ocupacionales.
* Productos químicos ambientales diversos.
Existen estrategias de prevención para evitar los factores de riesgo, incluyendo el Plan de Acción 2008-2013 de la Estrategia Mundial para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles, entre otros.
Contra el cáncer, buenos hábitos
Reducir las probabilidades de desarrollar tumores malignos en nuestro cuerpo está en nuestras manos. Para ello, es importante cambiar algunas costumbres. El sedentarismo, el tabaco, la dieta, el sol... Qué cuidados tomar y qué pasa con el microondas, la duda inevitable. Mitos y verdades.La prevención de las enfermedades tumorales en la Argentina está muy poco difundida, y prácticamente nadie toma seriamente las medidas adecuadas. Sin duda la prevención del cáncer pasa por la aplicación de los siguientes hábitos saludables, adoptados como forma de vida:
1) Ejercicio físico: existen estudios que relacionan el sedentarismo con el cáncer, y otros que muestran que el ejercicio físico origina una reducción del riesgo de algunos tipos de cánceres, como los de colon y los de mama. Para que realmente sea efectivo, los ejercicios deben realizarse como mínimo, 30 minutos diarios 5 ó más días a la semana. Por lo tanto, aquellos que se esfuerzan en el gimnasio o en los espacios públicos sólo los fines de semana no están haciendo prevención oncológica. El ejercicio más recomendado por su efectividad y cero costo es caminar a paso rápido.
2) Dieta: hay una clara evidencia científica entre las dietas ricas en grasa animales y algunas enfermedades oncológicas, y también investigaciones que demuestran que si la misma es rica en vegetales y frutas y baja en grasas animales, reduce el riesgo de padecer algunos cánceres como el de colon. La recomendación actual es ingerir 5 ó más frutas y/o vegetales por día. Además, elegir comida que ayuda a mantener un peso saludable. Recientes estudios mostraron que al menos una tercera parte de los cánceres pueden estar relacionados con la obesidad. Este nuevo conocimiento transforma a la obesidad en un factor de riesgo tan importante como el tabaquismo, ya que además de relacionarse con el origen de enfermedades neoplásicas interviene en el desarrollo de la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
3) Exposición solar excesiva: los cánceres de piel, que se hallan directamente relacionados con la exposición a las radiaciones ultravioletas del sol y de otras fuentes (por ejemplo, las camas solares). La protección debe ser todos los días, salgamos a trabajar o divertirnos, y no solamente durante las vacaciones, especialmente cuando vamos a la playa. Este nuevo concepto implica que las áreas expuestas al sol, como la cara, las manos, los brazos y la cabeza deben ser cubiertas ya sea por medios físicos (ropa, sombreros, etc.), o con cremas protectoras solares. Estas últimas deben ser usadas diariamente, sobre las zonas ya citadas. El factor de protección deberá ser establecido por el lugar geográfico donde se vive (mayor, cuanto más cerca del Ecuador se viva) y el color de la piel (menor cuanto más oscura es la piel) pero nunca debe ser menor a 15.
4) Tabaco: es la causa más evitable de cáncer: Participa en forma directa o indirecta en el origen y desarrollo de numerosas enfermedades tumorales. En el humo del cigarrillo, es posible detectar sustancias como la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono, todas peligrosas para la salud. El alquitrán contiene carcinógenos y sustancias irritantes. A medida que se perfeccionó la industria del tabaco creció en forma paralela la incidencia de los tumores relacionados con esta adicción: cáncer de pulmón, boca, esófago y vejiga. Hoy, el 30% de todas las muertes por cáncer en los países occidentales están estrechamente relacionadas con el consumo de tabaco. Han sido descriptas más de 4000 sustancias cancerígenas en el humo; de ellas, 68 no dejan dudas de su acción oncogénica en el hombre.
El riesgo de desarrollar cualquiera de los cánceres inducidos por el tabaquismo depende de la susceptibilidad de los diferentes órganos y tejidos, pero a mayor exposición, ya sea por cantidad consumida y/o por tiempo de duración del hábito, mayor incidencia. Por todo lo expuesto, el tabaco es considerado el agente cancerígeno exógeno, evitable, más importante y más difundido. Quizás lo más importante pase por el hecho, perfectamente demostrado, de que el fumador pasivo, es decir, quien sin fumar activamente, recibe el humo que exhala el fumador, padece las mismas enfermedades que aquel que fuma activamente. No fume y prolongará su vida y la de sus seres queridos.
5) Microondas: El hipotético efecto cancerígeno de estos aparatos podría residir en la existencia de sustancias nocivas en la comida preparada con ellos o en la radiación que emiten a su alrededor. En cuanto al primer punto, es cierto que se ha demostrado que algunos elementos químicos presentes en los plásticos de los envases pasan a los alimentos durante el proceso de descongelación o calentamiento. Sin embargo, ninguno de esos químicos es realmente cancerígeno. Pese a eso, resulta una buena medida retirar los alimentos de sus envases de plástico y calentarlos en recipientes inertes como, por ejemplo, los de vidrio pirex. En cuanto a la radiación, cualquier electrodoméstico es capaz de producir campos electromagnéticos de muy baja potencia. Se ha estudiado hasta la saciedad el efecto de estos campos sobre las leucemias infantiles, el cáncer cerebral y el cáncer de mama. Y no sólo respecto a los electrodomésticos, sino también teniendo en cuenta la proximidad del domicilio a líneas de alta tensión o ciertos trabajos, como los operadores de radar, que deben de soportar día a día el mismo nivel de electromagnetismo que si vivieran dentro del microondas en marcha. Ni uno solo de estos estudios ha podido demostrar un aumento de incidencia de los tumores realmente claro.
Cáncer en los hombres
Nota: Las cifras en paréntesis son las tasas por cada 100,000 hombres en los Estados Unidos.
Los tres tipos de cáncer más comunes entre los hombres
Cáncer de próstata (156.9)
- Primero entre los hombres de todas las razas y en las poblaciones de origen hispano.
Cáncer de pulmón (80.5)
- Segundo entre los hombres blancos, los negros, los indoamericanos y nativos de Alaska y los hombres de origen asiático y de las islas del Pacífico.
- Tercero entre los hombres hispanos.
Cáncer colorrectal (52.7)
- Segundo entre los hombres hispanos.
- Tercero entre los hombres blancos, los negros, los indoamericanos y nativos de Alaska y los hombres de origen asiático y de las islas del Pacífico.
Causas principales de muerte por cáncer en los hombres
Cáncer de pulmón (65.2)
- Primero entre los hombres de todas las razas y en las poblaciones de origen hispano.
Cáncer de próstata (23.5)
- Segundo entre los hombres blancos, los negros, los indoamericanos y nativos de Alaska y los hispanos.
- En cuarto entre los hombres de origen asiático y de las islas del Pacífico.
Cáncer colorrectal (20.0)
- Tercero entre los hombres de todas las razas y en las poblaciones de origen hispano.
Cáncer de hígado
- Segundo entre los hombres de origen asiático y de las islas del Pacífico.
La Organización Panamericana de la Salud alertó sobre la situación del cáncer en la Argentina con sus últimas cifras.
Según el organismo internacional esta enfermedad es la segunda causa de muerte en nuestro país. Se lleva el 19% del total cuando se analizan las causas de mortalidad. El 31% corresponde a las enfermedades del sistema circulatorio.
A los hombres argentinos los afecta más el cáncer de pulmón y a las mujeres el de mama. Otro cáncer con un aumento marcado de la incidencia y de la mortalidad es el de piel.
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